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alfafar

¡¡¡ AVISO !!!

De esta historia solo publico un breve fragmento ya que es una novela demasiado larga para publicarla aquí, los interesados en leerla completamente que me envien un privado y les daré el contacto del autor para que se la pidan directamente.

“¿Qué ve el demonio cuando se encuentra un espejo,

lo que más odia,

lo que más le repugna.

Se ve a sí mismo.”

 

El gato callejero abre los ojos, sus orejas giran, captan un ruido cadencial, un traqueteo. Un escalofrío recorre su diminuto cuerpo.

Se relaja, sus ojos entornados observan.

Una lata de refresco roza contra el suelo, empujada por fuertes ráfagas de viento.En lo alto, una ventana se abre y se cierra violentamente. Cada vez que se mueve, losgoznes emiten un lastimoso chirrido.

Se escucha un estampido lejano. Alguna puerta se ha cerrado de golpe en el interior deledificio de viviendas.

Un viejo canoso observa la calle, sentado, desde un balcón del segundo piso. Está desnudo de cintura para arriba. La piel de su cuerpo, repleta de arrugas, se expande y contrae como lade una cobra con cada movimiento.

La ventana continúa su desesperado movimiento, a veces golpea contra el muro de la fachada. Parece empeñada en destrozarse a sí misma.

A un lado de la calle, junto a la acera, un “Mercedes” SLZ Tetraturbo, color negro, está aparcado entre varios coches.

Sentado tras el volante, hay un hombre empapado en sudor. Su rostro enfermizo estácubierto por una barba de varios días. La temperatura en el interior del vehículo es insoportable. Apaga la sofocante calefacción y acciona el botón que está sobre el reposabrazos. El motor eléctrico de la puerta ronronea mientras la ventanilla desciende hasta desaparecer por completo en su interior.

Con esfuerzo por la incómoda postura, asoma la cabeza fuera del vehículo y mira hacia arriba.

El cielo está de color plomizo, cargado de nubes. Incontables papeles revolotean por elasfalto debido a los cambios frecuentes y violentos en la dirección del viento. Una ráfaga deaire ruidoso golpea su cara obligándole a cerrar los ojos.

Dos hombres están de pie al final de la calle, apoyados en una esquina.

Son policías vestidos de paisano.

Uno de ellos, el agente Nacht, lleva poco más de seis semanas en el cuerpo. Le tiembla la mano.

-¿Tienes miedo? –le pregunta su compañero, el cabo Lamarck, que lleva casi cinco años trabajando las calles.

-No –contesta el agente Nacht intentando disimular.

Lamarck le mira con una sonrisa de desprecio.

-¿Y tú? –le replica Nacht creciéndose- ¿no tienes miedo, valiente?

La sonrisa desaparece del rostro del cabo que se torna duro como la piedra. Introduce lamano derecha en el bolsillo de su chaqueta, donde tiene la pistola. El cañón del arma se marca claramente bajo la ropa cuando Lamarck apunta con ella a Nacht.

-¡Sólo es valiente el que está del lado bueno de la pistola! –le increpa enfurecido el cabomientras continúa apuntándole.

Nacht no quiere seguir discutiendo, enciende un cigarrillo y mira hacia delante.

Suena una voz por el audífono del cabo Lamarck:

-¡Atención! ¡Estad preparados!

De uno de los portales, salen dos tipos. Comienzan a caminar por la acera en dirección a la esquina donde están los dos agentes de paisano.

Cuando los cuatro están a la misma altura, los dos policías sacan sus armas y encañonan a los dos hombres.

-¡Quietos! ¡Policía! –vocifera el cabo Lamarck.

Los dos tipos se quedan parados sin hablar. De pronto, uno de ellos sale corriendo. El cabo Lamarck sale a toda prisa detrás de él.

 

 

 

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