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La Leyenda de WhiteRose

Mi nombre es Rosa, y soy una chica apasionada de los videojuegos online. Hoy día es algo muy usual, ya que estamos metidos de lleno en una era tecnológica bastante importante.

Os voy a contar una historia que me pasó no hace demasiado tiempo, la cual está relacionada con los videojuegos...

 

Era yo estudiante de Bachillerato, con 17 años, y con una muy buen amiga llamada Maria.En aquella época, incluso más que ahora, me pasaba todo mi tiempo libre jugando a un mmorpg, un juego online, donde cada uno tiene un avatar con el que luchar contra monstruos y hacer diferentes tipos de misiones. Mi avatar, WhiteRose, era una guerrera de raza humana de nivel 79.

Maria también jugaba a menudo, y aunque no se le daba tan bien, nos juntábamos siempre para hacer misiones juntas.

 

Un día que no pude meterme en el juego a causa de tener que estudiar para un examen muy importante, pasó algo extraño. Un jugador, el cual llevaba a un avatar llamado Draco, empezó a hacer sorteos entre todos los jugadores del mundo para hacer duelos contra ellos. El problema de estos duelos... bueno, es que no eran muy normales, puesto que el ganador se quedaría con el avatar del otro jugador, para siempre. Esto me lo contaron al día siguiente, y parece que sólo podía hacer sorteos con la gente online en ese momento. Por lo visto, según puso en un anuncio en el foro, había llegado al nivel máximo en ese juego, el 85, y se aburría tanto que hackeó el servidor, con lo cual podía cambiar las “normas”.

 

Era un problema, ya que todos disfrutábamos mucho de ese juego, y que nos quitaran el avatar era bastante grave. Los administradores nos decían que estaban trabajando para volver a controlarlo todo, y bannear al tal Draco, y que de mientras, aquellos que se habían quedado sin avatar, crearan uno nuevo, para poder seguir jugando.

 

Pero al cabo de dos días, el hermano gemelo de Maria, Jordi, ignoró nuestras advertencias, y se puso a jugar. Y tuvo tan mala suerte, que salió en el sorteo ese día, y su avatar peligraba. Yo me encontraba en su casa en ese momento, charlando con Maria del tema, así que al verlo me decidí: sería yo quien luchara contra Draco, y lo ganaría.

Es posible que él fuera 6 niveles superior a mí, pero todo indicaba a que era un crío mimado con mucho tiempo libre y aburrimiento encima (aunque inteligente, claro), pero yo era una veterana en ese tipo de juegos, y se me daba realmente bien. Debía ganar, por mi amigo, y por todos.

 

Ya que el juego no dejaba desconectar a mi amigo, desenchufamos el cable de la corriente, y me fui al ordenador de Maria, donde me conecté con WhiteRose.

 

Conseguí retarle a un duelo, y empezó nuestra lucha.

Me había comprado anteriormente suficientes pociones de vida y magia para alargar la lucha y sobrevivir, y aprendí un par de técnicas nuevas con mi espada, ya que me basaba en ella para ganar, sobretodo.

El avatar de Draco vestía ropas verdes y oscuras, y era un orco de raza. Su clase era bárbaro. No era un avatar muy bonito, pero sí era fuerte, y si a eso le sumamos la inteligencia del jugador, la cosa estaba difícil. Pero yo no me iba a rendir, ni mucho menos.

Luchamos usando todo tipo de cosas de las que disponíamos, y utilizando nuestras armas ferozmente. Me estaba ganando él, pero aún me quedaba media vida -aunque ninguna poción, ya-. Pero más tarde, empecé a ganarle terreno. Y llegamos a un punto donde estábamos muy igualados, y a ambos nos quedaba nada y menos en la barra de vida. Era el final.

Draco fue a por mí, corriendo con su arma, y justo en el momento que me iba a atacar, usé una de las nuevas técnicas que había aprendido, y que tenía guardada por si acaso. Hice una finta para esquivarlo, y al instante le clavé mi espada.

Y se acabó la pelea.

 

Todo lo que pasó después de matar a Draco, fue, primero, que conseguí el avatar. También volvieron todos los avatares a los respectivos dueños, de manera instantánea, y los administradores del juego volvieron a tomar control de todo. Bannearon a Draco de por vida, tomando sus datos -parece que era un chico de 15 años de Estados Unidos- e impidiéndole entrar a ningún juego online, nunca más.

Y para finalizar, y agradecerme lo que hice, me dieron un gran pack de ítems para mi avatar, entre los que se encontraban trajes, armas, algunos hechizos y varias técnicas para mi espada. Bueno, y mucho dinero, aunque sólo me servía dentro del juego. Y todos esos ítems estaban decorados, de alguna manera, con rosas y/o motivos de rosas, para hacer referencia a mi nombre real.

 

El hermano de Maria nos pidió disculpas, por no habernos hecho caso, y luego me dio las gracias, a lo que se apuntó Maria.

 

Además, al cabo de pocos días, nos dieron el resultado de aquel examen tan importante, y había sacado una muy buena nota, así que no podía estar más contenta.

 

"Ahora, en estos días, me pregunto qué será del tal Draco, y de si habrá aprendido la lección... o si, en cambio, sigue intentando hackear otros juegos, a pesar de tenerlo prohibido, o algunas páginas webs. Sea lo que sea, si me lo vuelvo a encontrar algún día, lo volveré a ganar."

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